El Sol...

... Esa presencia que alumbrá, que ciega, que invade, que conforta...
Sol..., Fa, Mi, Re, Do...
Milenario, de antaño, del comienzo...
Presente del pasado y del futuro, ser que algún día esta destinado a tener un fin...
Apareces en parajes que deslumbran, me deslumbran, montañas o mar, en un cerro, o en casa...
Avisas sobre el nuevo día... y te escondes, dando paso al trabajo de ella, el turno de Luna y Noche...


Te figuro de colores, de rostros, de ojos, y de gente...
Te busco en frío, y te esquivo en Calor...

Don Hermes te nomina en su Esmeralda...
Los Trovadores te citan en sus melodías fraseadas...
Uno que otro poeta te invoca en su inspiración...
Yo sólo te miro... y me haces recordar que pequeño soy, y que grande me he puesto, que niño soy aún y cuanto tiempo ha pasado desde la primera vez que te vi...

Sigues tal cual, acompañando jornadas...

Solitario pareces... aunque creo que sabes que acá se te homenajea más de lo que crees... Por último, acá cuentas con un loco que cree poder hablar con el Sol...

Esta Boca es Mía - Joaquín Sabina

Más vale que no tengas que elegir
entre el olvido y la memoria,
entre la nieve y el sudor.

Será mejor que aprendas a vivir
sobre la línea divisoria
que va del tendio a la pasión.
No dejes que te impidan galopar
ni los ladridos de lo perros
ni la quijada de Caín.
Que no te dé el insomnio por contar
las gaviotas del desierto,
las amapolas de París.

Te engañas si me quieres confundir
esta canción desesperada
no tiene orgullo ni moral
se trata sólo de poder dormir
sin discutir con la almohada
dónde está el bien, dónde está el mal.

La guerra que se acerca estallará
mañana lunes por la tarde
y tú en el cine sin saber
quién es el malo mientras la ciudad
se llena de árboles que arden
y el cielo aprende a envejecer.

Y sal ahí
a defender el pan y la alegría.
Y sal ahí
para que sepan que
esta boca es mía.