Manía desquiciada,
codicia descabellada…
¿Un ansia rapada?
Podada y otra vez cultivada.
Se murió un joven…
Aunque el insisto,
otra vez… lo trajo a la vida,
lo trajo al insisto.
Insisto en que soy algo bobo,
algo niño, algo crudo
que insiste en ser maduro.
Insisto en lo negativo,
aunque algunos
me insisten en lo positivo.
Insisto…
Insisto en jugar a las cartas,
en beber unas copas,
en mirar varias faldas.
Insisto en despertares de resacas.
Insisto…
Cierta musa insiste en mis melodías,
la misma que prometió amor eterno…
Aquella que dice ser mi amiga eterna.
Esa Luna terca que cree,
esa jodida que insiste que aquí,
tiene algo que decir.
Ese chaval que no deja aun la escena,
que se muere y revive
siempre cuando él quiera.
Que bastan las mismas seis voces
esas de aquellos dulces doce años
y de estos otros veinticuatro años.
Insiste en vivir…
Insiste…
Insisto en que el ruido ajeno me agota…
Insisto en querer a veces sólo oír el mío ruido,
insisto en ser el Mio Cid Campeador de tragedias ajenas,
el otrora Luchador de muchas novelas y de esta,
que tiene un poco mas de veinticuatro páginas.
Es común del Héroe, el Insisto.
Al final… Insisto en querer continuar
y aunque me digan que aquí hay un final...
Insisto en seguir…
Insisto.
Dedicado a los amigos… y aquellos que no creen serlo, pero sin duda lo son.
En especial a un par de viejos amigos, tal vez los primeros
Norma Carmona y Carlos Vidal
Quienes me enseñaron y me enseñan aun… a Insistir.
Monday, May 29, 2006
Tuesday, May 23, 2006
Momento de Luto...
Momentos…
De mucha bulla y tantas piedras que trajo el río,
cayó tal cual el muro, ese que incluso se construía en frío…
Aunque aquel deseo no se apaga ni con silencio.
a ratos me habla el desespero,
pareciera que es iluso mi anhelo,
que dijo un amigo mío:
“Cada hecho a su momento”
y parece que no es mi momento.
Podría escribir miles de parlamentos,
con gusto a juego y sazón de lamentos,
un quebranto de mis ganas,
un frío que recorre mis sabanas
Podría seguir sin rimar,
sin juntar ni siquiera un par de líneas locas,
Sin sentido aparente, más que llenar un espacio,
un momento inerte, o tal vez algo de verso caliente.
El anuncio de esta maldita muerte.
Teñida de negro, la parca vino a matarme otro momento,
sin mucho que alegar, la deje pasar otra vez
y su guadaña cortó y deshizo…
Al parecer aun me ronda el destiempo.
El ruido vino, habló y se fue…
no del todo ya puedo ver…
Aun mi musa me habla,
recordando que sus seis voces,
tienen siempre algo que decirme…
Lo dejo volar, este extraño sentimiento,
ese gusto a dos,
y se queda el uno solo…
---------------------------------------------------
El luto del Chaval
Se volcó en un verso…
Se dejo llevar por el viento,
se tornó en un soplido de invierno,
un miramiento del desvelo.
Volvería a sus raíces de otros tiempos,
donde sólo era él y sus versos,
sus escritos inspirados en el silencio
y en el ruido del flamenco.
Se dejo estar y se dejo llevar,
por un sonido peculiar,
como corre la lluvia en el cristal,
como camina el río hacia la mar.
Deslumbrante fascinación por el silencio,
agotado esta por el momento,
ya no tiene fuerzas, no puede defenderse del lamento.
No quiere viajar,
tampoco quiere escapar,
solo volver, al comienzo, donde siente que debe estar,
al final siempre es igual,
él sólo quería caminar…
Ya cansada está su ansia de esperar,
sus deseos de intentar,
su capacidad de escuchar,
olvidó que debía escucharse
recordó que debía atenderse,
mirarse…
Su espacio está donde siempre,
volvió a él, al silencio de muerte,
dejando atrás la gente…
Borrando algo de su mente.
Ya llego la parca a buscarle,
ya es la hora del final,
ha muerto un joven…
Cesare Chaval, se hacia llamar…
Adiós, hasta siempre Chaval…
No habrá texto,
hasta pasado el temporal,
hasta terminado el luto del Chaval…
De mucha bulla y tantas piedras que trajo el río,
cayó tal cual el muro, ese que incluso se construía en frío…
Aunque aquel deseo no se apaga ni con silencio.
a ratos me habla el desespero,
pareciera que es iluso mi anhelo,
que dijo un amigo mío:
“Cada hecho a su momento”
y parece que no es mi momento.
Podría escribir miles de parlamentos,
con gusto a juego y sazón de lamentos,
un quebranto de mis ganas,
un frío que recorre mis sabanas
Podría seguir sin rimar,
sin juntar ni siquiera un par de líneas locas,
Sin sentido aparente, más que llenar un espacio,
un momento inerte, o tal vez algo de verso caliente.
El anuncio de esta maldita muerte.
Teñida de negro, la parca vino a matarme otro momento,
sin mucho que alegar, la deje pasar otra vez
y su guadaña cortó y deshizo…
Al parecer aun me ronda el destiempo.
El ruido vino, habló y se fue…
no del todo ya puedo ver…
Aun mi musa me habla,
recordando que sus seis voces,
tienen siempre algo que decirme…
Lo dejo volar, este extraño sentimiento,
ese gusto a dos,
y se queda el uno solo…
---------------------------------------------------
El luto del Chaval
Se volcó en un verso…
Se dejo llevar por el viento,
se tornó en un soplido de invierno,
un miramiento del desvelo.
Volvería a sus raíces de otros tiempos,
donde sólo era él y sus versos,
sus escritos inspirados en el silencio
y en el ruido del flamenco.
Se dejo estar y se dejo llevar,
por un sonido peculiar,
como corre la lluvia en el cristal,
como camina el río hacia la mar.
Deslumbrante fascinación por el silencio,
agotado esta por el momento,
ya no tiene fuerzas, no puede defenderse del lamento.
No quiere viajar,
tampoco quiere escapar,
solo volver, al comienzo, donde siente que debe estar,
al final siempre es igual,
él sólo quería caminar…
Ya cansada está su ansia de esperar,
sus deseos de intentar,
su capacidad de escuchar,
olvidó que debía escucharse
recordó que debía atenderse,
mirarse…
Su espacio está donde siempre,
volvió a él, al silencio de muerte,
dejando atrás la gente…
Borrando algo de su mente.
Ya llego la parca a buscarle,
ya es la hora del final,
ha muerto un joven…
Cesare Chaval, se hacia llamar…
Adiós, hasta siempre Chaval…
No habrá texto,
hasta pasado el temporal,
hasta terminado el luto del Chaval…
Monday, May 22, 2006
Un ritmo llamado Flamenco…
Hace buen tiempo que no lo sentía tan mío…
Hace buen tiempo que no veía danzar este ritmo tan claro y preciso…
Deslumbrantes destellos en ese cuerpo bello,
al ritmo del sudor y el zapateo que llega mas allá del oír,
de ese baile que solo tú y yo podemos vivir.
De esa unión de cuerpos, de aquel mirar en reojos…
de tanto aplaudirme,
de tanto danzarme
y yo de tanto tocarte…
De esta orgásmica relación que nace,
entre una Gitana y mi faceta de Guitarra flamenca…
de la unión de unos ojos, de un par del almas
de dos cuerpos, de dos mentes…
Tú te arrancas en un taconeo gitano,
yo me arranco en un verso no hablado,
en unas cuerdas de Andalucía.
Ya no sé que elegir, si a ti o a mi Alhambra…
No tengo que elegir,
siempre que haya Flamenco,
la tengo a ella y a ti.
En este Castillo creado por el baile y la guitarra,
del ritmo mi rasgueo y el de tus palmas…
Al final el sudor nos delata,
el fin de ese momento tan grato,
de ese anhelarnos tan solo con mirarnos…
Luego del final, una guitarra sola,
Un Chaval y dos Musas.
Vuelven a los hogares,
hasta que otra jornada los llame.
Un sueño llamado Gitana,
un ritmo llamado Flamenco…
Nacido en una noche… de un cigarro y una canción llamada “La Cañada” de Paco de Lucía.
Hace buen tiempo que no veía danzar este ritmo tan claro y preciso…
Deslumbrantes destellos en ese cuerpo bello,
al ritmo del sudor y el zapateo que llega mas allá del oír,
de ese baile que solo tú y yo podemos vivir.
De esa unión de cuerpos, de aquel mirar en reojos…
de tanto aplaudirme,
de tanto danzarme
y yo de tanto tocarte…
De esta orgásmica relación que nace,
entre una Gitana y mi faceta de Guitarra flamenca…
de la unión de unos ojos, de un par del almas
de dos cuerpos, de dos mentes…
Tú te arrancas en un taconeo gitano,
yo me arranco en un verso no hablado,
en unas cuerdas de Andalucía.
Ya no sé que elegir, si a ti o a mi Alhambra…
No tengo que elegir,
siempre que haya Flamenco,
la tengo a ella y a ti.
En este Castillo creado por el baile y la guitarra,
del ritmo mi rasgueo y el de tus palmas…
Al final el sudor nos delata,
el fin de ese momento tan grato,
de ese anhelarnos tan solo con mirarnos…
Luego del final, una guitarra sola,
Un Chaval y dos Musas.
Vuelven a los hogares,
hasta que otra jornada los llame.
Un sueño llamado Gitana,
un ritmo llamado Flamenco…
Nacido en una noche… de un cigarro y una canción llamada “La Cañada” de Paco de Lucía.
Tuesday, May 09, 2006
Mi Vida... De todo un poco
De todo un poco (2006)
Que loca la vida,
que loca la mía.
“¿Qué tiene de loca?” - dice María.
Ya te cuento mujer.
Que tengo Hijos sin cultivarlos en mujer,
que soy una suerte de hermafrodito, algo raro tal vez,
que esos hijos son mis escritos y mis cantos,
como puedes ver.
Que tengo otro Hijo, de la cual existe madre
y a su vez soy Padre, Madre, Hermano,
que ese hijo es mi amigo,
Eduardo es su nombre, sin necesidad de nombrar su apellido.
Que hasta sobrina tengo, sin ser hija de mi hermano,
que hasta le canté a su Tío, si otro,
pues yo también soy Tío.
Y al parecer soy un Tío Amigo.
Que hasta sobrino y sobrina encontré,
sin siquiera esperarlo,
obró la vida el regalo,
de estos retoños un invierno y un verano,
acogidos en mi castillo,
en mi regazo de hombre,
en mi entorno de humano.
Que me siento tan andaluz,
sin siquiera conocer el Mediterráneo.
Que a Joaquín y Joan Manuel,
los siento como hermanos
y que a Paco le agradezco,
los desvelos de antaño
y los de este nuevo comienzo de año.
Que también tengo un hermano,
sangre mía del pasado,
presente que le enseñas,
lo que aprendí yo en el pasado,
que tan grande es Don Francisco,
Vidal Carmona, como su hermano,
estoy orgulloso de su vida,
pues vaya, que bien ha obrado,
su camino en el pasar de los años.
Que leo tantas maravillas,
que a su vez son otros hijos,
otras creaciones nacidas de una mano,
mano amiga, mano de un desconocido,
recuerdo la frase de un amigo escritor,
“Lo sonidos no volverán (porque son idos)”.
Y tanta razón tiene,
que son tan idos, como venidos.
Que conocí tantas Lucías,
que las recuerdo con alegría,
a la primera, a la que inicia,
a la última, la que termina,
las historias de Lucía.
La gitana más bella,
que ha pasado por mi vida.
Qué amigos, pocos,
pero buenos,
dentro de ellos mi viejo,
Viejo Zorro, luchador empedernido.
A mi madre, el titulo de primera amiga,
Sabia de antologías, Bibliografía,
de esto que llamamos vida.
Qué de mi Abuela,
aprendí algo más que una conversa,
una comparsa, un tango, un poema,
una recitada, de las alegrías de su época.
De mi Abuelo, el amor hacía mi tierra,
De Ovalle sus colores, sus inicios,
De Tongoy, ese mar que me deslumbra,
después de pasada la primavera.
Y Astor Piazzola o Mozart,
música docta.
Que de un Tío, del cual no sentí ser sobrino,
el gusto por Silvio, y por Serrat,
que la ternura de los amigos, y los Paladares,
de una época juvenil y risueña.
Que otro Tío es a su vez mi Padrino,
en su tiempo fue también mi amigo,
que sus hijos son luces,
que alumbran sus caminos.
Que ya hablé de la gente,
que ha pasado por mi casa,
aunque no se me olvida,
el Arlequín y el Alquimista:
Gonzalo López y Rodrigo Vergara,
los amigos de sangre, sudor, y también Lágrimas.
Lo sé, se me quedan varios en el tintero,
pero no por ello me olvido,
lo que valen mis amigos, lo que valen sus consejos,
siempre los llevo, en la mente y en el cuerpo.
Que ya hablo de mí,
de mi vida alocada,
y para responderte María,
soy un soñador,
un vivido joven,
soy un sueño.
Dicen también que soy amigo,
que soy palabra,
credo y consejo.
Que gustoso mi oficio de ser así,
que gracioso se me hace el convivir,
que animoso se me hace el sentir,
el ayudar, el aconsejar, el existir,
aunque a ratos me gustaría,
ayudar a mí sentir,
pero allí están ellos,
los amigos, mis ternuras,
mi credo y parte de mis sueños,
de alegrías con algo de flamenco.
Que loca esta vida,
que loca mía,
conforme con tu respuesta María?
“¿Y yo que soy?”- dijo ofuscada María.
Tú eres la nueva gitana,
que está inspirando nuevos días.
Fin.
Que loca la vida,
que loca la mía.
“¿Qué tiene de loca?” - dice María.
Ya te cuento mujer.
Que tengo Hijos sin cultivarlos en mujer,
que soy una suerte de hermafrodito, algo raro tal vez,
que esos hijos son mis escritos y mis cantos,
como puedes ver.
Que tengo otro Hijo, de la cual existe madre
y a su vez soy Padre, Madre, Hermano,
que ese hijo es mi amigo,
Eduardo es su nombre, sin necesidad de nombrar su apellido.
Que hasta sobrina tengo, sin ser hija de mi hermano,
que hasta le canté a su Tío, si otro,
pues yo también soy Tío.
Y al parecer soy un Tío Amigo.
Que hasta sobrino y sobrina encontré,
sin siquiera esperarlo,
obró la vida el regalo,
de estos retoños un invierno y un verano,
acogidos en mi castillo,
en mi regazo de hombre,
en mi entorno de humano.
Que me siento tan andaluz,
sin siquiera conocer el Mediterráneo.
Que a Joaquín y Joan Manuel,
los siento como hermanos
y que a Paco le agradezco,
los desvelos de antaño
y los de este nuevo comienzo de año.
Que también tengo un hermano,
sangre mía del pasado,
presente que le enseñas,
lo que aprendí yo en el pasado,
que tan grande es Don Francisco,
Vidal Carmona, como su hermano,
estoy orgulloso de su vida,
pues vaya, que bien ha obrado,
su camino en el pasar de los años.
Que leo tantas maravillas,
que a su vez son otros hijos,
otras creaciones nacidas de una mano,
mano amiga, mano de un desconocido,
recuerdo la frase de un amigo escritor,
“Lo sonidos no volverán (porque son idos)”.
Y tanta razón tiene,
que son tan idos, como venidos.
Que conocí tantas Lucías,
que las recuerdo con alegría,
a la primera, a la que inicia,
a la última, la que termina,
las historias de Lucía.
La gitana más bella,
que ha pasado por mi vida.
Qué amigos, pocos,
pero buenos,
dentro de ellos mi viejo,
Viejo Zorro, luchador empedernido.
A mi madre, el titulo de primera amiga,
Sabia de antologías, Bibliografía,
de esto que llamamos vida.
Qué de mi Abuela,
aprendí algo más que una conversa,
una comparsa, un tango, un poema,
una recitada, de las alegrías de su época.
De mi Abuelo, el amor hacía mi tierra,
De Ovalle sus colores, sus inicios,
De Tongoy, ese mar que me deslumbra,
después de pasada la primavera.
Y Astor Piazzola o Mozart,
música docta.
Que de un Tío, del cual no sentí ser sobrino,
el gusto por Silvio, y por Serrat,
que la ternura de los amigos, y los Paladares,
de una época juvenil y risueña.
Que otro Tío es a su vez mi Padrino,
en su tiempo fue también mi amigo,
que sus hijos son luces,
que alumbran sus caminos.
Que ya hablé de la gente,
que ha pasado por mi casa,
aunque no se me olvida,
el Arlequín y el Alquimista:
Gonzalo López y Rodrigo Vergara,
los amigos de sangre, sudor, y también Lágrimas.
Lo sé, se me quedan varios en el tintero,
pero no por ello me olvido,
lo que valen mis amigos, lo que valen sus consejos,
siempre los llevo, en la mente y en el cuerpo.
Que ya hablo de mí,
de mi vida alocada,
y para responderte María,
soy un soñador,
un vivido joven,
soy un sueño.
Dicen también que soy amigo,
que soy palabra,
credo y consejo.
Que gustoso mi oficio de ser así,
que gracioso se me hace el convivir,
que animoso se me hace el sentir,
el ayudar, el aconsejar, el existir,
aunque a ratos me gustaría,
ayudar a mí sentir,
pero allí están ellos,
los amigos, mis ternuras,
mi credo y parte de mis sueños,
de alegrías con algo de flamenco.
Que loca esta vida,
que loca mía,
conforme con tu respuesta María?
“¿Y yo que soy?”- dijo ofuscada María.
Tú eres la nueva gitana,
que está inspirando nuevos días.
Fin.
Sunday, May 07, 2006
A veces
A veces ( 2006)
A veces creo que soy necio...
A veces pienso que me canso de tanto pensar...
A veces no soy yo, ni el otro, ni aquel
A veces olvido por donde fuí...
A veces recuerdo...
En otras renuncio...
A veces me embriago, de alcohol, y de locura...
Hace años, también me embriagué de amor y de pasión.
A veces mi credo es distinto al de ayer,
que a ratos pienso cual será el porqué?.
A veces mi hermano es yo y yo soy mi hermano.
A veces leo, a veces escribo, con un tanto de necedad, con un tanto de tristeza,
en otras con poca alegría y algo de sarcasmo.
A veces hablo con el mismo Diablo,
creyendo ser tal vez un fausto.
A veces mi guitarra no me habla en varios días,
y olvido cual es su lenguaje,
a ratos hablamos, hasta quedarme sin manos.
A veces me equivoco, a veces acierto,
a veces acepto, a veces rechazo.
A veces juego y a veces gano,
en otras pierdo, pero de eso ya hay costumbre,
la piel curtida de los juegos de la vida.
A veces renuncio, otras veces flamenco.
A veces Sabina, a veces Clapton,
a veces el silencio, música que amo y siento.
A veces el viento me habla, las nubes me miran,
el cielo me llama y la Luna se cree mi amiga.
A veces vivo, otras veces creo que he muerto,
o algo se muere y siempre vuelve a vivir en mí.
A veces simplemente, pero a veces,
Me sobrepasa el yo, y me desplaza del tú.
A veces no quiero, y a veces sí,
a ratos tal vez, y quizás un podría.
A veces se me olvida donde están los amigos...
y los encuentro sin caminar ni medio paso,
allí están siempre, nunca se van.
A veces quiero irme, pero me acuerdo
que también soy amigo,
Que Serrat dijo: " Decir amigo,
se me figura que decir amigo es decir ternura..."
y tengo muchas ternuras.
A veces vuelvo a cero, y llego a mil,
a veces son diecinueve y también quinientas,
a veces sólo necesito,
la lluvia en el cristal...
Últimamente, a veces me acuerdo, o tal vez siempre,
que siempre existe un a veces...
A veces, recuerdo que soy Yo.
Yo, Me , Mí, Conmigo...
A veces creo que soy necio...
A veces pienso que me canso de tanto pensar...
A veces no soy yo, ni el otro, ni aquel
A veces olvido por donde fuí...
A veces recuerdo...
En otras renuncio...
A veces me embriago, de alcohol, y de locura...
Hace años, también me embriagué de amor y de pasión.
A veces mi credo es distinto al de ayer,
que a ratos pienso cual será el porqué?.
A veces mi hermano es yo y yo soy mi hermano.
A veces leo, a veces escribo, con un tanto de necedad, con un tanto de tristeza,
en otras con poca alegría y algo de sarcasmo.
A veces hablo con el mismo Diablo,
creyendo ser tal vez un fausto.
A veces mi guitarra no me habla en varios días,
y olvido cual es su lenguaje,
a ratos hablamos, hasta quedarme sin manos.
A veces me equivoco, a veces acierto,
a veces acepto, a veces rechazo.
A veces juego y a veces gano,
en otras pierdo, pero de eso ya hay costumbre,
la piel curtida de los juegos de la vida.
A veces renuncio, otras veces flamenco.
A veces Sabina, a veces Clapton,
a veces el silencio, música que amo y siento.
A veces el viento me habla, las nubes me miran,
el cielo me llama y la Luna se cree mi amiga.
A veces vivo, otras veces creo que he muerto,
o algo se muere y siempre vuelve a vivir en mí.
A veces simplemente, pero a veces,
Me sobrepasa el yo, y me desplaza del tú.
A veces no quiero, y a veces sí,
a ratos tal vez, y quizás un podría.
A veces se me olvida donde están los amigos...
y los encuentro sin caminar ni medio paso,
allí están siempre, nunca se van.
A veces quiero irme, pero me acuerdo
que también soy amigo,
Que Serrat dijo: " Decir amigo,
se me figura que decir amigo es decir ternura..."
y tengo muchas ternuras.
A veces vuelvo a cero, y llego a mil,
a veces son diecinueve y también quinientas,
a veces sólo necesito,
la lluvia en el cristal...
Últimamente, a veces me acuerdo, o tal vez siempre,
que siempre existe un a veces...
A veces, recuerdo que soy Yo.
Yo, Me , Mí, Conmigo...
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